El país entero está pendiente, con el corazón en vilo, mientras la estrella del atletismo se prepara para lo que podría ser el logro más significativo de su carrera y de la historia deportiva dominicana. Marileidy no solo tiene en la mira la medalla de oro, sino que también busca inscribir su nombre en la eternidad. De conseguir la victoria, se convertiría en la atleta dominicana más laureada en la historia olímpica.
JULIO GUZMÁN ACOSTA
Hoy, la República Dominicana vive uno de esos momentos que se quedan grabados en la memoria colectiva de una nación. A las 2:00 de la tarde, hora dominicana, la velocista Marileidy Paulino disputará la final de los 400 metros en los XXXIII Juegos Olímpicos de París 2024.
El país entero está pendiente, con el corazón en vilo, mientras la estrella del atletismo se prepara para lo que podría ser el logro más significativo de su carrera y de la historia deportiva dominicana. Marileidy no solo tiene en la mira la medalla de oro, sino que también busca inscribir su nombre en la eternidad. De conseguir la victoria, se convertiría en la atleta dominicana más laureada en la historia olímpica.
Desde la primera participación del país en los Juegos Olímpicos en 1964, ningún atleta ha logrado cosechar más de dos medallas en ediciones de verano, una hazaña que la corredora podría superar hoy.
No es la primera vez que Paulino acaricia la gloria olímpica. En Tokio 2020, su velocidad y determinación le valieron dos medallas de plata, consolidándola como una de las atletas más importantes del país.
Hoy, al enfrentar nuevamente el reto olímpico, la posibilidad de añadir una medalla dorada a su colección le abriría las puertas a un lugar aún más privilegiado en la historia del deporte. Los nombres de Félix Sánchez y Luguelín Santos, íconos del atletismo dominicano, son inevitablemente comparados con el de Paulino.
Sánchez, con sus dos oros en Atenas 2004 y Londres 2012, y Santos, con su plata en Londres y Tokio, representan la cumbre de lo que un atleta dominicano ha logrado. Sin embargo, Marileidy, al borde de obtener su tercera medalla, podría superar estos precedentes.
Pero hay más en juego que la medalla de oro. Marileidy también aspira a lograr lo que ningún otro atleta dominicano ha conseguido: un ciclo de oro. Esto significa ser campeona en todos los eventos multidisciplinarios que componen el ciclo olímpico. Ya ha conquistado los Juegos Centroamericanos y del Caribe, así como los Panamericanos, dejando solo una pieza faltante en su impresionante currículo: el oro olímpico.
\»No puedo descartar a nadie, pero confío en mí. Voy por el oro\», declaró Paulino en la antesala de esta histórica final. Con esas palabras, demostró la serenidad y confianza que ha mostrado durante todo este ciclo olímpico. Su camino hacia la final ha sido impecable; en la fase preliminar, cronometró 49.42 segundos, un tiempo que mejoró en las semifinales con un imponente 49.21. Cada centésima cuenta y cada paso la acerca más al sueño dorado. Aunque Marileidy no ha hablado públicamente sobre ello, sus recientes declaraciones dejan entrever una ambición aún mayor: batir el récord olímpico en los Juegos Olímpicos de París 2024.