JULIO GUZMÁN ACOSTA
El recién designado primer ministro de Haití, X agradeció a Kenia el envío del primer contingente policial al país caribeño para colaborar en la lucha contra las pandillas. Sin embargo, Conille enfatizó que es crucial aplicar tanto mecanismos de seguridad como respeto a la dignidad de la población haitiana.
Durante una sesión en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación de Haití, Conille recordó que la historia del país con intervenciones extranjeras está marcada por experiencias diversas. Algunas han contribuido a la estabilidad, mientras que otras han violado los derechos humanos, dejando recuerdos dolorosos que han agravado los desafíos actuales.
Las palabras del alto representante haitiano se relacionan con las comprobadas violaciones a mujeres, incluyendo menores, por parte de las fuerzas de paz de la ONU (conocidos como “cascos azules”) durante la misión desplegada en Haití entre 2004 y 2017. Además, la ONU también tuvo un papel en la propagación de un brote de cólera que causó casi diez mil muertes.
Conille instó a respetar las herramientas de transparencia y a trabajar en armonía con los haitianos, implementando mecanismos de seguridad de manera digna y respetuosa para evitar repetir errores del pasado.
La representante especial para Haití de Naciones Unidas, la ecuatoriana María Isabel Salvador, advirtió que la labor de la misión de seguridad liderada por Kenia será insuficiente si no se abordan los problemas sociales de fondo. Salvador subrayó que la violencia no resuelve los problemas socioeconómicos, sino que puede agravarlos.
Haití ha enfrentado décadas de crisis, convirtiéndose en un Estado fallido con desgobierno e inseguridad. El asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 y la dimisión del primer ministro Ariel Henry este año han agravado aún más la situación.
En el primer trimestre de 2024, Haití experimentó un aumento significativo en la violencia, con 2,500 casos de muertes violentas o heridas graves causadas por bandas criminales que controlan el país.